martes, 4 de marzo de 2014

El asociacionismo catalán del bonsái busca reinventarse



Eduard Ribas - Del coloquio celebrado en la Soshun con la participación de diferentes entidades de bonsáis traspúa un notable pesimismo. En lugar de ser visto como un arte popular, existe una imagen elitista del mundo de los árboles en miniatura. Este hecho ha influenciado en que las asociaciones catalanas cada vez tengan menos futuro pues no existen nuevas generaciones que releven a quienes las fundaron.

"El asociacionismo del bonsái está muriendo, no hay relevo", es una de las citas más repetidas en la Soshun. Y recuerdan con nostalgia cuando hace  30 años nació la Associació Catalana del Bonsái que fue pionera en una España donde nadie sabía nada de estos árboles. Sin embargo, fueron apareciendo muchas otras asociaciones de ámbito local en el principado. Éstas intentaron agruparse en la actual Coordinadora Catalana, organización que ha resultado ser demasiado débil.

Pese a este intento de aglutinar las entidades, las asociaciones no se han implicado lo suficiente y no han sabido tener un proyecto común. Algunos claman incluso que es más barato organizar eventos con otras asociaciones de fuera de Catalunya que con organizaciones catalanas. Ante esto, la Coordinadora tampoco ha tenido una gestión eficiente. "En un año no hemos recibido ni un solo mail de la Coordinadora", denuncian desde Reus.

Con un tejido asociativo tan estancado es indudable que la crisis económica ha empeorado dicha situación. Joan Cuervas, de la Coordinadora Catalana del Bonsái, lamenta que si antes podían celebrar entres tres y quatro eventos anuales ahora deben limitarse a solo uno.


Algunas soluciones

La mesa redonda también ha servido para establecer algunos consensos. Son tres las propuestas surgidas que podrían revitalizar el asociacionismo catalán. Josep Maria Miquel propone establecer unaestructura regional de las asociaciones tal y como ocurre en Francia. Así, por ejemplo, las asociaciones de cada provincia -Tarragona, Lleida, Barcelona y Girona- podrían aunar esfuerzos para celebrar eventos conjuntamente y así reducir costes.

Otra práctica francesa que habría que establecer en Catalunya es la de elaborar un dossier para compartir experiencias. Es decir, que todas las asociaciones puediesen nutrirse del conocimiento de las otras en cuanto a técnicas, productos o procedimientos  gracias a un documento elaborado entre todas que vaya siendo actualizado.

Finalmente, una propuesta innovadora es la de aprovechar Internet y las nuevas tecnologías. "La revistas en papel de bonsáis ya no tienen sentido" adiverte el director de Bonsái Natura. Y es que los costes de impresión son demasiado elevados y su difusión muy limitada. Es por eso que urge una reconversión digital.

No hay que olvidar que todas estas propuestas requieren de una mayor implicación de la que tienen hoy las entidades catalanas de bonsáis. Sin embargo, en el coloquio ha habido un grito a la esperanza: "juntos podemos hacer grandes cosas".


Las entidades de bonsáis piden más profesionalidad a los medios

Bonsáis al desnudo cubre la Soshun 2014





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